29 nov 2009

Perro que no ladra y Providencia

Perro que no ladra

Si la timidez de mis costillas
la desviación de mi mirada
y la serenidad de mi rostro
Vuelven a ser confundidos con desprecio
O con un acto de estupidez
De una persona borde
Yo responderé como es debido:
Con una grosería.



Providencia

Me he convertido en lo que siempre he sido
Una vieja inmadura.
La que ha querido morir y vivir en una sola voz singular
Y luego ha resucitado pero con mas arrugas todavía.

Dentro de 50 años quizás sea una niña
Quizás me haya salido de dentro de mi
Y de saltos siguiendo una pelota roja
Que me lleve a una playa rodeada de bosque
A la que pueda llamar mi hogar.