Esta mansión encantada
Inundada hasta la azotea.
Habitaciones fragmentadas
De moqueta gris y pared vieja.
Esta mansión epicéntrica
Rellena de ahogos y peces pequeños
color naranja eléctrico.
Se consume a sí misma
La consumen los gritos.
Esta mansión madriguera
Conoce mi nombre en cada uno de sus rincones.
Conoce mi aroma, conoce mi desvida
Conoce mi piel y come mis heridas
En cada uno de sus rincones
En los que me he retorcido.