Ella lo inventó en papel
Con forma de barco que la secuestraba
Con solo 5 años.
Lo inventó para sí misma
En el desconocimiento de lo que está inventado ya.
Se dejó refugiar en sus pliegues
Sin saber manejar ni controlar lo que había creado.
Era tímida,
Por eso no se lo contaba nunca a nadie.
No, no era una niña.
No sabe lo qué quiere decir esa palabra
Pero siempre estaba asustada.
Ella confundía el miedo con la inocencia.
Navegaba día si día también.
Acabó aprendiendo por sí misma
Cómo dirigir y controlar aquel juguete.
Lo pintó en colores oscuros y acogedores,
Le dio nombre de “niño/niña”
Y se dedicó a jugar con el hasta saciarse
O hasta que alguien lo sustituyó
y perdió el miedo que tenía a ser vista.
Había hecho de el un hogar oculto
Un palacio de diseño Burtomniano
Lleno de criaturas y dioses para niños azules.
A sus 19 años ya no hacían falta,
así que saltó del barco y lo destruyó.
No podía vivir sin su amado juguete,
A pesar de no haber sido de verdad una niña
Quizás por eso,
Algo la obligaba a reinventarlo de nuevo
Reemplazando los antiguos errores
Y arreglando los defectos de fabricación.