La estrella sufre
apagada, por donde
la luna
protectora, tan celosa
y obsesiva de la
estrella sin nombre.
La estrella mira
de reojo ansiosa
excitada por el
frío horizonte.
Algo oculta la
luna primorosa.
Un gran agujero
negro que todo
maldice y mancha
ensuciando el espacio
vomitando gonorrea
cual lodo.
Madre de hueso que
injuria despacio
atormentando al
agujero solo,
el deseo de la estrella no es lacio.
"Que ya no me
ame tanto, es lo que quiero,
mi blanca dama de
mentira y hierro".
Sufre la estrella
entre su cielo negro.
La estrella por el
rabillo gamberro
del ojo, mira tras
luna de acero
el absoluto ya en
pleno destierro.
"Estrellita
te vi lanzar miradas
devotas al
agujero, seguro
es culpa suya al
abacorar hadas.
Escupe su
gonorrea, en lo oscuro,
por la galaxia,
atrayendo miradas,
no puedo
reprocharte, te lo juro."
Rogando la
estrella el cese de injurias
contra el agujero, Luna enfadada
casi lo mató con
artes de espuria.
El enfermo, en
venganza a la malvada,
destruyó el
absoluto con su furia
excepto a la
estrella y luna guardiana.
-"Luna, qué
tal si ayudo al agujero".
-"Ese agujero
negro está vacío,
enfermo de
gonorrea y no quiero.
Si te acercas…
estrellita, al impío...
¡algo horrible!
feo y de malagüero.
Estrella mía, te
mata a su avío."
-"Luna, y qué
pasaría si él me mata.
El agujero es
sabio pero vive
lleno de sombra,
como yo de plata".
Mas la estrella al
terminar, se percibe
enferma y
oscurecida cual rata
languideciendo
lenta y en declive.