(homenaje)Susurros
jóvenes y penetrantes.
Su voz orgásmica
petrificada
grabada en frías paredes
de húmedas cruces colgando.
Lloran las cruces
torcidas y espinosas
como las obscenas flores
y los versos de tu tumba.
Una cama vacía
que nadie consume
tras el tiritar de campanas:
pecados
al otro lado de la luz.
Al borde de palabras
orgásmicas
de una selecta locura
curada
en pleno acto del adiós.