30 ago 2010

-Llama-miento-

(misiva a mi cerebro)


Estoy sola aquí
en mi luna azul.
Mi cabeza salió de mi
y no sé si volverá.

Se ha ido
a ese lugar
al que yo nunca podré.
Y estoy bien, sigo
aprendiendo a respirar.

¿Por qué respiramos en la luna?
Y por qué hay tanta luz.
Cerebro mío
¿dónde te has metido?
¿ya nunca te veré?.
Ven.

Acaso te has alojado
en el cuerpo de un mendigo
que yerra sobre la nieve
o en el útero de un volcán.

Seguro que te has volado
en cada peluda pluma
de un ave que nadie ve.
O dormido sobre el alquitrán
de una costa del edén.
Si, si. Si.