VI
Palabras surgirán benevolentes
de allá donde no alcanzo a verlo aún
intuyo un cambio del color azul
y el rojo intenso se hace ya envolvente.
En el centro entre cielo y tierra duermo.
Pero una ausencia en la palabra cueva
nos abrirá la fe en la brisa nueva.
Me asomo a mis balcones, veo el yermo.
Un velo al aire, un velo al aire baila
después de estar dormido tanto tiempo.
se contornea cual espectro vivo.
Altar imaginario el aire lila
que transporta en mi pecho lo que siento.
Este el altar en que me embarro, anido.
Dentro de la alcoba hay... mis pensamientos.
Grito y no pasa nada, nadie sale
nadie entra ni recorre este mi valle
que se seca cercando mis cimientos.
Un ángel solo y desplumado, aquí,
hecho de luz natural busca Venus.
Como la fuerza que recorre el fémur
y corre cual veneno del vivir.
Pero vendrán las golondrinas nuevas
como un espíritu predijo antes.
Deseo, incertidumbre temerosa.
Luces buscándote por tierra y cuevas
álzate sobre los andamios antes
de que se caigan sobre nuestras rosas.
Luces alcanzarán a tu final
si te sigues irguiendo sobre todo.
Luces luminiscentes sobre el lodo
que salvan vidas cuando están fatal.
Luces que dan la vida a sueños muertos.
La luz lunar me está mirando alegre
con cara de matrona nueva verde
hace muecas poniendo el ojo tuerto
como quien mira hacia un recién nacido
de los vientres hirientes de la tierra.
Las dos hemos buscado la salida.
Temor, búsqueda, luz, ya hemos salido,
besos, abrazos, tolerancia, fuerza.
Mis primeras palabras a la vida.
Bailar con la sonrisa a cuestas puesta
como un blanco vestido de mil galas
manchado de un pasado con cien balas.
Fiesta de la sonrisa blanca y nuestra.
Cuando te miren les dirás, princesa,
"Voy de fiesta, por eso estoy contenta".
Y que vean las risas harapientas...
digan "Quiero estar loca como esa".
Y la felicidad anida donde
toquen mis dedos rígidos de alambre.
Felicidad que soy yo o tal vez tú.
No preguntes por dónde se te esconde
mira hacia afuera, dentro va el calambre.
No durará siempre ninguna luz.
de allá donde no alcanzo a verlo aún
intuyo un cambio del color azul
y el rojo intenso se hace ya envolvente.
En el centro entre cielo y tierra duermo.
Pero una ausencia en la palabra cueva
nos abrirá la fe en la brisa nueva.
Me asomo a mis balcones, veo el yermo.
Un velo al aire, un velo al aire baila
después de estar dormido tanto tiempo.
se contornea cual espectro vivo.
Altar imaginario el aire lila
que transporta en mi pecho lo que siento.
Este el altar en que me embarro, anido.
Dentro de la alcoba hay... mis pensamientos.
Grito y no pasa nada, nadie sale
nadie entra ni recorre este mi valle
que se seca cercando mis cimientos.
Un ángel solo y desplumado, aquí,
hecho de luz natural busca Venus.
Como la fuerza que recorre el fémur
y corre cual veneno del vivir.
Pero vendrán las golondrinas nuevas
como un espíritu predijo antes.
Deseo, incertidumbre temerosa.
Luces buscándote por tierra y cuevas
álzate sobre los andamios antes
de que se caigan sobre nuestras rosas.
Luces alcanzarán a tu final
si te sigues irguiendo sobre todo.
Luces luminiscentes sobre el lodo
que salvan vidas cuando están fatal.
Luces que dan la vida a sueños muertos.
La luz lunar me está mirando alegre
con cara de matrona nueva verde
hace muecas poniendo el ojo tuerto
como quien mira hacia un recién nacido
de los vientres hirientes de la tierra.
Las dos hemos buscado la salida.
Temor, búsqueda, luz, ya hemos salido,
besos, abrazos, tolerancia, fuerza.
Mis primeras palabras a la vida.
Bailar con la sonrisa a cuestas puesta
como un blanco vestido de mil galas
manchado de un pasado con cien balas.
Fiesta de la sonrisa blanca y nuestra.
Cuando te miren les dirás, princesa,
"Voy de fiesta, por eso estoy contenta".
Y que vean las risas harapientas...
digan "Quiero estar loca como esa".
Y la felicidad anida donde
toquen mis dedos rígidos de alambre.
Felicidad que soy yo o tal vez tú.
No preguntes por dónde se te esconde
mira hacia afuera, dentro va el calambre.
No durará siempre ninguna luz.