18 mar 2010

Onírico

Siempre siento que algo pasa
en el aire que me rodea
hace que me sienta extraña.
Y a veces no puedo
con la paz de mi vida
que me quita el sueño
me tortura la cabeza y los ojos.


Solo cuando
cierro los párpados
y un rey de la purpurina
mensajero de otras vías lácteas
me lleva en estigias
a islas lejanas.


Bebo el néctar del polen lunar
me duermo en la arena
como una flor abierta
que alguien ha dejado olvidada.


Me reflejo en mares amables
de reflejos generosos
y aguas vírgenes.
Olvido que yo era un pez
y me ahogué bajo el agua
porque ahora
estoy fuera de los remolinos.


Me alimento
del árbol de los sueños
soy del secreto viento
que me susurra cosas
mientras me viste y me peina.


Tengo un mar escondido
que a veces me resbala.
Unas alas que indoloras
atraviesan mi espalda.


La dominación y saturación
del brillo y la palidez
donde quiera que los ojos vean,
donde quiera que haya algo.