Una joven
camina por la calle
no proyecta sombra alguna
porque ella es una sombra
que arrastra sus anclas
entre las piedras.
Mira al suelo y sonríe
porque con el suelo conspira,
conspira contra la ciudad
que enrojece a su espalda.
Planea como
gaviota desorientada
cerca del mar
temiendo el mar
sin poder ver el mar.
El velo del aire
su pelo es, es su pelo
humo de color danzante
infinito que envuelve
a la figura autista.
Camina
roja la tarde
sobre una joven
con la cabeza armada.
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