Sentada en tu silla de metal
ausente del mundo
abstraída de la realidad
retorciendo tu pelo con el índice
no gires la cabeza.
Voy a destronar al silencio
a estallar tus ventanas
derribando el tejado
y voltearé la casa.
Hecho de fresa
tu muñeco predicador.
Estrella tus inseguridades
contra el suelo.
Y ya no verás mas
el tiempo caer
tras la ventana.
Sentada en tu silla de metal
ausente del mundo, abstraída de la realidad
retorciendo tu pelo con el índice
no giras la cabeza.
Un viento del norte
sopla contra tus muros
va a destronar tu silencio
a estallar tus ventanas
derribando el tejado
y volteará tu casa.
Un milagro oscuro
revolotea tu pelo.
Derrumbará tus muros.
El miedo nocturno
entre las piernas.
Una mano blanca
volteará la casa.
Un milagro oscuro
enturbia tu pelo.
Derrumbaré tus muros.
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