La extraña fruta

Un nocturno árbol

junto a un sombrero negro

una cereza trepa

reptando por las sombras.



Cae la cereza

del tronco seco

a la mano vacía

del recolector de ostras.



La sonámbula invisible

en la cuerda floja

se pregunta

por qué nadie la ayuda.



Remolino rojo sangre

va regando personas

salpicando niños

contaminándolos.



Personas grises y enfermas

regando a personas

salpicando niños

contaminados.



La sonámbula invisible

en la cuerda floja

se pregunta

por qué nadie la ayuda.

Exilio

Yo
no diré adiós.

Las marchas son bellas
no precisan dramas
ni florituras.

La marcha es un derecho
no precisa aviso
ni permiso.

II

No llames a la puerta
cuando salgas
no pidas permiso
para huir de tu casa.

Solo tu barca espera la huida.
Tus razones se irán
contigo.

III

Y no me preocupa el límite
para el exilio de mi cáscara
blanca y pesada.
No me importa cuando seas
cuando nazcas
en mi desdibujamiento
pero si
que la mujer de hueso nos vea
desde su bóveda
de terciopelo negro.