5 mar 2009

Retrato


Miles de canciones sonaban a la vez
en su desteñida alcoba.
Mira sus piernas y se martiriza
se vuelve en llanto y sonríe.

Todos sus dibujos de anatomías y deseos humanos
colgados de las paredes le guiñan un ojo,
ojos de profundidad acunados en ojeras tremendas.

Solo los niños amantes de lo raro
(porque lo raro está de moda)
te aplauden porque ellos no serían capaces
en su juventud de realizar algo así.

Deja de dar las gracias a los monos,
los que inspiraron tus trabajos fueron los cuervos
esos que graznan todas tus noches
y llenan de picotazos a tus muñecas.

La denigrante belleza cerró los ojos
Con los dos grandes pétalos de terciopelo
Que forman los párpados del oscuro cine de sus ojos.


La belleza de rostro sumiso
extendió sus manos con mirada misteriosa.
Miles de canciones sonaban a la vez
en su desteñida alcoba.
Mira sus piernas y se martiriza,
llora envuelta en dolor y sonríe.

Todos sus dibujos de anatomías
y deseos humanos, están emborronados.
Ojos profundos acunados en ojeras tremendas,
mirada de carbón y terciopelo.

Deja de dar las gracias
a los monos.
Los que inspiraron tu arte fueron los cuervos
esos que graznan tu oído todas las noches
y llenan de picotazos a tus muñecas.

La denigrante belleza cerró los ojos
con los dos grandes pétalos encarbonizados
que forman las pestañas del oscuro cine
que son sus ojos.

Es tan fácil descender
por el agujero.
Todo consiste en girar y girar
por el aire.