Los angelitos caen
de su óleo azul
en mis manos
y tampoco soy capaz de verlos.
Yo temía, yo no podía
resguardarlos.
***
A temporadas
recuerdo la noche que te encontré,
tu cara de niño callejero
con tu boca suave
parecían decirme:
- Únete a nosotros. -
Yo no podía ser tu amiga.
Yo temía equivocarme.
Yo temía, yo no podía.
Yo no podía, yo temía
a la alegría.
de su óleo azul
en mis manos
y tampoco soy capaz de verlos.
Yo temía, yo no podía
resguardarlos.
***
A temporadas
recuerdo la noche que te encontré,
tu cara de niño callejero
con tu boca suave
parecían decirme:
- Únete a nosotros. -
Yo no podía ser tu amiga.
Yo temía equivocarme.
Yo temía, yo no podía.
Yo no podía, yo temía
a la alegría.