IV
Residuos de un mal sueño que viví
Tras lo cual te has sentido traicionada,
te escondes bajo manta o bajo cama
cierras los ojos pero están ahí.
Prepara tu palacio el enjaulado
porque esta noche nos visitan juntas
arrogancia e ignorancia. Mas no sufras,
no dormirán a nuestro amplio costado.
A pesar que tan solas nos pintaron
y de morado por mitad de un lienzo.
Por qué del aire limpio nos quitaron
y en un fondo tan soso nos clavaron,
por qué no dibujaron en el lienzo
una mancha pequeña a nuestro lado
de otro color o bien si fuera el mismo
para que por las noches yo pudiera
leer mis sueños para que aprendiera
y ella cantara, llena de cinismo,
canciones leves casi silenciosas
que carecieran de punzón, sin voz,
canción susurro que llevara siempre a "Oz"
que nos hiciera despertar y hermosas.
Esta noche me haré yo la dormida
y me secuestrarán bandadas ciertas
de históricos y dulces animales.
Brillantes cual colillas encendidas
y hermosos cual cuchillas cenicientas.
El sueño imaginado por corales.
Esta noche deseo agua, sería
el pebetero de agua atravesado
por los picos de pájaro y las manos
tiernas de niños cándidos sin día.
Esta noche soy agua que humedece
mi enorme cama y que se mira por mi
frente al espejo en la coqueta. Así
es como crece, crece y se retuerce.
Sonrisa satisfecha ante el espejo,
mía no, es de agua. Yo no, agua eres tú.
Mas ambas nos burlamos en pijama.
En este bosque con vestido viejo.
¿Nos reconoces?. ¿Hay bastante luz?.
estamos en el bosque, y en pijama.
Penetra, si penetra más a dentro
entre sombras y ramas mas bizarras.
Rezaba la memoria en su pizarra
cuando casi llegábamos al centro.
¿Ves esa enorme luna por el cielo?.
Esa luna que soy yo, o debes ser tu
quizás "el deseado". ¿Ves su luz?
está borrosa y blanca como el hielo.
Quizás se confundieron de lugar
colocando la mancha del color
o de otro color sobre el cielo negro.
La mancha que nos mira en su alto altar
se cree que es incógnita su olor,
es la luz de la vida, es nuestro ruego.
Escrita piel de árboles, pues lee
todas estas palabras que la luna
también lee sin ojos en su cuna.
"Teme la que camina, no quien ve".
Camina la que reza haciendo el pino
vuelta hacia la pared dura del bosque.
Y tu preguntas, ¿Qué pared?. El goce
poder oír lo que no es en tu oído.
Y el goce, de poder ver casi siempre
lo que se escapa a otra mirada tuerta.
para ver la pared, has de ser ciego.
Para ser ciego mira con tu mente.
Para tener mente has de abrir la puerta
que encierra al niño, tu otro ausente ego.
Residuos de un mal sueño que viví
Tras lo cual te has sentido traicionada,
te escondes bajo manta o bajo cama
cierras los ojos pero están ahí.
Prepara tu palacio el enjaulado
porque esta noche nos visitan juntas
arrogancia e ignorancia. Mas no sufras,
no dormirán a nuestro amplio costado.
A pesar que tan solas nos pintaron
y de morado por mitad de un lienzo.
Por qué del aire limpio nos quitaron
y en un fondo tan soso nos clavaron,
por qué no dibujaron en el lienzo
una mancha pequeña a nuestro lado
de otro color o bien si fuera el mismo
para que por las noches yo pudiera
leer mis sueños para que aprendiera
y ella cantara, llena de cinismo,
canciones leves casi silenciosas
que carecieran de punzón, sin voz,
canción susurro que llevara siempre a "Oz"
que nos hiciera despertar y hermosas.
Esta noche me haré yo la dormida
y me secuestrarán bandadas ciertas
de históricos y dulces animales.
Brillantes cual colillas encendidas
y hermosos cual cuchillas cenicientas.
El sueño imaginado por corales.
Esta noche deseo agua, sería
el pebetero de agua atravesado
por los picos de pájaro y las manos
tiernas de niños cándidos sin día.
Esta noche soy agua que humedece
mi enorme cama y que se mira por mi
frente al espejo en la coqueta. Así
es como crece, crece y se retuerce.
Sonrisa satisfecha ante el espejo,
mía no, es de agua. Yo no, agua eres tú.
Mas ambas nos burlamos en pijama.
En este bosque con vestido viejo.
¿Nos reconoces?. ¿Hay bastante luz?.
estamos en el bosque, y en pijama.
Penetra, si penetra más a dentro
entre sombras y ramas mas bizarras.
Rezaba la memoria en su pizarra
cuando casi llegábamos al centro.
¿Ves esa enorme luna por el cielo?.
Esa luna que soy yo, o debes ser tu
quizás "el deseado". ¿Ves su luz?
está borrosa y blanca como el hielo.
Quizás se confundieron de lugar
colocando la mancha del color
o de otro color sobre el cielo negro.
La mancha que nos mira en su alto altar
se cree que es incógnita su olor,
es la luz de la vida, es nuestro ruego.
Escrita piel de árboles, pues lee
todas estas palabras que la luna
también lee sin ojos en su cuna.
"Teme la que camina, no quien ve".
Camina la que reza haciendo el pino
vuelta hacia la pared dura del bosque.
Y tu preguntas, ¿Qué pared?. El goce
poder oír lo que no es en tu oído.
Y el goce, de poder ver casi siempre
lo que se escapa a otra mirada tuerta.
para ver la pared, has de ser ciego.
Para ser ciego mira con tu mente.
Para tener mente has de abrir la puerta
que encierra al niño, tu otro ausente ego.